Elementos Constitutivos de Nuestro Carisma
Como modo de vida consagrada y medio de expresión fundamental de nuestro
carisma, l@s Sierv@s nos asumimos como Herman@s Contemplativ@s en la Acción y la
Liberación. De esta manera, l@s Sierv@s del Amor de Jesús, seguimos a
Jesús a partir del cultivo del amor contemplativo, del amor fraterno y del amor
difusivo en la acción y la liberación.
De ello se desprenden los tres constitutivos fundamentales de nuestro
carisma:
EL AMOR CONTEMPLATIVO: consideramos como
eje principal de nuestra vida consagrada el desarrollo de una rica vida
interior. Dicha interioridad nos permitirá vivir esa experiencia íntima de
encuentro con Dios, con la creación y con l@s demás.
Ser contemplativ@s no quiere decir que debamos alejarnos del "mundo" o
retirarnos a una vida monacal. Somos contemplativ@s haciendo experiencia de
Dios en medio de l@s contextos en donde se desarrolla nuestra existencia
cotidiana, acompañando a cada persona con la que entremos en contacto hacia el
desarrollo de aquella vivencia íntima de encuentro con Dios. De esta forma, nos
convertimos en promotor@s del desarrollo espiritual de l@s demás.
A partir de la contemplación nos descubrimos hij@s y herman@s. Somos hij@s amad@s y cuidad@s por Dios. Como hij@s estamos llamad@s a entregarnos confiadamente a los brazos del Padre, necesitamos de su compañía, sus cuidados y su guía. Pero también como hij@s nos descubrimos herman@s. Herman@s de Jesús y herman@s entre nosotr@s. La hermandad resalta la paridad, elimina la superioridad y nos abre el corazón a la familiaridad.
La contemplación se convierte así en nuestro modo de vida, procurando que todo lo que hacemos lo
llevemos a cabo levantando el corazón hacia el Señor.
EL AMOR DIFUSIVO EN LA ACCIÓN Y LA LIBERACIÓN: la contemplación no
debe quedar en un mero discurrir del corazón, debe encarnarse en acción, debe
movilizarnos, a actuar, a luchar por la justicia, por la igualdad, a
comprometernos con la realidad, con la gente, con la vida. Estamos llamad@s a
buscar a Dios en cada acto que se despliegue en nuestras vidas.
La misión de l@s Sierv@s del Amor de Jesús no está reducida a una actividad concreta, sino que nos caracterizamos por nuestra disponibilidad a responder a las necesidades de la Iglesia. Es por esta razón que nuestra acción será muy variada.
Otro punto constitutivo de nuestro servicio es que es fundamentalmente
liberador, porque debe apuntar a promover la liberación de todas las personas
que entren en contacto con nosotr@s o nuestras comunidades, de modo que puedan
encontrar su propia libertad y deshacerse del peso que ejerce sobre ellas
cualquier forma de opresión a las que se vean sometidas, siguiendo las
enseñanzas de Aquel que nos libertó para que vivamos en libertad.
EL AMOR FRATERNO - LA HERMANDAD: Dios nos llama a ser
herman@s y a eso hemos venido determinad@s. Nuestro estilo de vida se basa en
descubrirnos herman@s en el seno de la creación. Las relaciones de hermandad se
basan en la paridad y esa es la manera de relacionarnos que hemos asumido y
propiciamos al consagrarnos como Sierv@s del Amor de Jesús.
Al ser acogid@s en el seno de Dios como sus hij@s amad@s nos convertimos
en herman@s. Esta hermandad universal es desde donde el amor fraterno encuentra
las condiciones adecuadas para germinar y desarrollarse. De esta manera, partir
de nuestro modo de vida consagrada difundimos hacia l@s demás lazos de
hermandad, de comunión y de comunidad.
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